La planta de Almussafes está tecnológicamente preparada para desarrollar este tipo de motores. Sin embargo, la mayor parte de la demanda de estos coches se centra en el norte de Europa
VALENCIA.-La Generalitat valenciana quiere aprovechar la lucha contra el cambio climático para impulsar la industria regional. Su programa para elaborar 37,5 millones de litros anuales de biocombustible a base de desechos de naranjas esconde un proyecto más ambicioso.
El propósito es conseguir que la factoría de Ford en Almussafes acoja la producción mundial de motores ecológicos de la empresa americana.
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La planta de Almussafes está tecnológicamente preparada para desarrollar este tipo de motores. Sin embargo, la mayor parte de la demanda de coches ecológicos y biocombustible se centra en el norte de Europa y, en concreto, en países como Suecia, lo que podría provocar que Ford apostara por fijar su producción en otras latitudes más alejadas, en conceto, en el Reino Unido. Una forma de evitarlo sería, precisamente, ofrecer un mercado a Ford en el sur de Europa, al mismo tiempo que se potencia la necesaria «transición energética» de los combustibles fósiles al bioetanol.
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En la actualidad, existen cinco plantas de zumos en territorio valenciano que, unidas a la que se abrirá próximamente en Sagunto, producirían unas 500.000 toneladas de desechos de cítricos anuales, que podrían reciclarse en el anhelado biocombustible.
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El Consell pretende también desarrollar un Plan Renove Verde cuyo principal objetivo pasaría por incentivar la compra de vehículos ecológicos, como ya sucede en el norte de Europa, a través de subvenciones y otras soluciones fiscales.
Con ello, se pretende acelerar la adaptación progresiva del parque móvil valenciano a la nueva generación de combustibles y, al mismo tiempo, proporcionar un mercado a Ford que incite a la compañía a potenciar Almussafes como centro de su producción de motores ecológicos que, en un horizonte a medio plazo, irá in crescendo.
Fuente: elmundo.es